Una marea de mujeres corrió por Ñuñoa en las distancias de 21K y 7K
Este domingo 31 de agosto de 2025, Santiago se transformó en el escenario de un acontecimiento inédito en Chile: el Primer Medio Maratón Femenino de la capital, un evento organizado por Prokart que reunió a más de 5.000 corredoras en torno al Estadio Nacional Julio Martínez Prádanos. Pese a que la mañana estuvo marcada por bajas temperaturas, aquello no fue impedimento para que las participantes desplegaran toda su energía y compromiso, consolidando así un hito en el deporte chileno al ser la primera competencia de gran envergadura dedicada exclusivamente a las mujeres, donde el deporte, el empoderamiento y la comunidad se entrelazaron en un mismo espacio.
La largada y la meta se ubicaron en la Avenida Grecia, frente al coliseo ñuñoíno, con un circuito que recorrió avenidas emblemáticas como José Pedro Alessandri, Macul, Rodrigo de Araya, Irarrázabal y Salvador, para luego retornar al Estadio Nacional. La jornada comenzó temprano, con la partida de la prueba de 7 kilómetros a las 08:30 horas y la largada de la distancia reina, los 21K, a las 09:15. Esta última certificada por la World Athletics y la AIMS, lo que entregó un carácter oficial a la competencia y permitió a las corredoras acceder a registros homologados.
El despliegue logístico incluyó cortes de tránsito desde las 06:30 horas en las principales arterias de Ñuñoa, bajo resguardo de Carabineros, que junto a la organización coordinó los atravesamientos vehiculares y la seguridad de las participantes. Se habilitaron puntos de hidratación estratégicos, señalización de ruta y medidas de seguridad adicionales, mientras que el Metro de Santiago se convirtió en la principal vía de acceso para corredoras y público asistente.
Las ganadoras:
En el ámbito deportivo, la expectación estuvo centrada en la competencia de 21 kilómetros. La ganadora fue María José Calfilaf, de la región de La Araucanía, quien cruzó la meta con un tiempo de 1:15:31, estableciendo un registro que quedará inscrito en la historia de la prueba.
Calfilaf resaltó que esta edición tuvo una particularidad especial: “Es primera vez que vamos corriendo solas al principio, así que bacán. Por lo general siempre me toca correr con hombres, así que ahora íbamos encabezando todo lo que es la competencia”. Aunque confesó que si bien imaginaba cómo iba a ser, vivirlo fue mucho más significativo: “Es otra experiencia, más bonita”.
El segundo lugar correspondió a Daniela Moya con 1:15:45 mientras que el tercer puesto fue para Johanna Rivas con 1:18:54. En la distancia de 7K, el triunfo fue para Danica Kusanovic seguida por Margarita Belmar y sus tiempos fueron 27:45 y 28:28 respectivamente.
“Me siento privilegiada, me sentí acompañada, me sentí en todo momento muy fuerte, pero porque, de verdad, las chicas se pasaron. Mis propias compañeras, cuando veníamos a los retornos, gritaron tan fuerte mi nombre, mi apodo, que en un momento dije: tenía que estar aquí”, expresó Kusanovic emocionada, quien reveló que hasta el día previo no estaba segura de participar, pero finalmente decidió estar presente y se encontró con un entorno que la sorprendió:“La primer a vez que corro una carrera solo de mujeres y el ambiente es muy distinto. Desde ayer, en el retiro del kit, fue otra energía.”
La clasificación general incluyó premios de 2.000 dólares para la ganadora de los 21K, 750 dólares para la segunda y 500 dólares para la tercera, destacando el carácter competitivo de la cita. Más allá del incentivo económico, las corredoras subrayaron el valor simbólico del evento: correr en un espacio diseñado para visibilizar sus historias y su aporte al deporte.
El ambiente vivido en el Estadio Nacional trascendió lo deportivo. Tras la competencia, la explanada se transformó en el epicentro del Run Fest, un festival que incluyó la presentación en vivo de la banda La Fogata, integrada por Mauricio Jürgensen y Jean Philippe Cretton, además de food trucks, sesiones de yoga, maquillaje y zonas de recuperación. La organización buscó así cerrar la jornada con un componente festivo, donde las familias y el público pudieran acompañar a las atletas en una atmósfera de celebración.
La polera oficial, diseñada por Nike, también tuvo un rol protagónico. Cada corredora pudo personalizarla con frases inspiracionales que reforzaron el sentido de comunidad y empoderamiento que caracterizó a esta primera edición. La entrega de los kits —que incluían número, chip y camiseta oficial— se realizó el sábado previo en el Mercado Urbano Tobalaba, transformando ese espacio en un punto de encuentro anticipado para miles de participantes.
Francisca Aguirre, directora ejecutiva de Prokart, subrayó la relevancia de la iniciativa: “Este Medio Maratón de Santiago fue una experiencia única, pensada exclusivamente para nosotras. Queremos que cada participante encuentre en esta carrera un espacio seguro, alegre y lleno de energía, donde pueda correr a su propio ritmo y celebrar cada paso de su recorrido. Si bien esta fue la primera edición, desde ya dejamos abierta la invitación a todas para sumarse a la siguiente versión el próximo año y seguir construyendo, juntas, una verdadera fiesta del running”.
El contexto histórico también otorga un significado especial a la jornada. Hace apenas cuatro décadas, una mujer cruzaba por primera vez la meta de un maratón olímpico, rompiendo barreras hasta entonces infranqueables. Desde entonces, millones de corredoras en el mundo han conquistado espacios que alguna vez les fueron negados. Hoy, con este Primer Medio Maratón Femenino, Santiago se suma a esa historia global, ofreciendo una plataforma de visibilización y orgullo colectivo.
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